Entre los funcionarios a los que se les negará la entrada al país figura Chen Quanguo, el secretario del Partido Comunista para la región de Xinjiang, a quien se considera el arquitecto de las políticas de línea dura de Pekín contra estas minorías étnicas y religiosas.
También Wang Mingshan, director de la oficina de seguridad pública de Xinjiang, y Zhu Hailun, un exlíder comunista en esa región, han sido afectados plenamente por las sanciones.
Impacto de las sanciones
Además, sanciones del Departamento del Tesoro convierten en delito las transacciones financieras con cualquiera de esos tres ciudadanos chinos y una cuarta persona, Huo Liujun, exfuncionario de seguridad que no está contemplado en la restricción de las visas.
Según testigos y organizaciones defensoras de los derechos humanos, China ha sometido a más de un millón de uigures y otras minorías musulmanas a una campaña de lavado de cerebros en centros de detención masiva con el objetivo de homogeneizar a sus integrantes dentro de la mayoría Han.
Pekín niega esas acusaciones y habla de centros de «formación» profesional, cuyo objetivo es que esta población encuentre un empleo y no caiga en el extremismo o el terrorismo, una amenaza que dice comparte con Estados Unidos.
En una teleconferencia de prensa, Pompeo dijo el jueves que la situación de estos grupos en China configuraba «la mancha del siglo», y en otras oportunidades la comparó con el Holocausto judío a manos del régimen nazi.
Las sanciones a los funcionarios se producen en un clima de tensión con varios frentes entre las dos potencias mundiales, que incluye asuntos comerciales, la soberanía de Hong Kong, y la pandemia del nuevo coronavirus cuyo lugar de origen es la ciudad de Wuhan, China.
Fuente: Diario las Américas