Las autoridades de Uruguay tomaron como ejemplo la experiencia internacional para reflexionar acerca de los contratiempos que pudieran llegar a surgir en caso de que el país decidiera habilitar la recepción de turistas del extranjero en las próximas semanas.
Eso mismo llevó al presidente Luis Lacalle Pou a oficializar, el pasado jueves 22 de octubre, la decisión de preservar las fronteras cerradas para no dejar ingresar turistas internacionales durante la incipiente temporada alta de verano.
Al respecto, Lacalle Pou sostuvo que, aquellos países que habían abierto sus fronteras en temporada alta de turismo, registraron un pico de contagios, situación epidemiológica que Uruguay quiere evitar a toda costa.
Según han reportado desde medios locales, las palabras del primer mandatario fueron: “A raíz de los informes del Ministerio de Salud Pública y el GACH (Grupo Asesor Científico Honorario) (…) va a ser un verano restringido. Las fronteras van a estar cerradas, salvo excepciones que ya se conocen o quizá alguna más”.
Parecía ser uno de los países que mejor se posicionarían para el turismo extranjero debido a los altos niveles de calidad y seguridad en los que supieron sortear la pandemia”
O al menos así lo indicaba un ranking realizado por la agencia estadounidense Tourlane, integrada por un ex director de la OTAN y un experto en seguridad.
Sin embargo, tendrá varios meses por delante hasta probar si aquella ‘buena fama’ serviría para aumentar considerablemente la estadía de visitantes turistas.
El ranking mencionado reveló cuáles serían los 17 destinos más recomendados por la seguridad que brindan para viajar una vez que esté permitido, basándose en especificaciones que ayudaran a reducir significativamente el riesgo de infección, como lo son la implementación regulaciones de higiene, distancia y capacidad; la disponibilidad de hoteles boutique y bed & breakfast; opciones de guía privado o viajes autónomos; opciones de destinos locales apartados y al aire libre; pagos sin efectivo y sin contacto.
De hecho, Uruguay fue sumamente elogiado por cómo se había logrado controlar la expansión del virus apelando al compromiso de sus habitantes: fue descrito en el ranking como “una estrella brillante en América del Sur” que “se ha ganado el reconocimiento internacional por su paz, democracia, apertura y atención médica”.
En efecto, el Top 3 del listado consagraba a Fiji, Uruguay y Tailandia como excelentes opciones para la recepción de turistas”
Le seguían Canadá y Jordania para el cuarto y quinto puesto respectivamente.
Sin embargo, aquellos viajeros no uruguayos deberán esperar para vacacionar en el único destino americano en sobresalir: por lo pronto, se sabe que Punta del Este no recibirá turistas extranjeros, como así tampoco se podrán visitar sus ciudades y/o puntos más convocantes como Montevideo y Colonia del Sacramento.
No obstante, se estiman ciertas excepciones en lo que respecta a permisos para el ingreso de extranjeros: actualmente pueden ingresar al país los ciudadanos nacionales, extranjeros residentes, o aquellos que justifiquen razones laborales, económicas, familiares y/o humanitarias, entre otras excepciones, y consideran que las mismas continuarán también al inicio de la temporada.
Pero no será así para quienes quieran ingresar al país con fines turísticos. Si bien la prioridad ha sido proteger la situación sanitaria del país, lo cierto es que una medida como esta provocará un gran impacto económico en los principales destinos turísticos nacionales que deben su actividad económica a la recepción de turistas durante la temporada de verano.
Entre ellos, Punta del Este, la ciudad peninsular situada en el departamento de Maldonado, ubicado en el extremo meridional de Uruguay.
El balneario, que se encuentra en una angosta península del sudeste de Uruguay y cuenta con la popular playa Brava que es conocida por su fuerte oleaje y por “La mano” —una escultura gigante de 5 dedos—, ha sido distinguido en reiteradas ocasiones como un destino de veraneo por excelencia al tratarse de uno de los principales balnearios de América y el más exclusivo de la región.
De hecho, cabe destacar que ha sido elegido como destino de veraneo por grandes celebridades como el diseñador Ralph Lauren, el jugador de fútbol Zinedine Zidane, el cantante de Metallica James Hetfield o la colombiana Shakira.
A sólo una hora y media de Montevideo, la capital del país, Punta del Este destaca por sus lujosas residencias de veraneo, altos edificios de apartamentos frente al mar, enormes yates en el puerto, y hoteles y restaurantes de lujo que lo transforman en el balneario con más glamour de América.
Punta del Este es elegida para la realización de grandes fiestas de lujo, desfiles de moda de marcas de prestigio y una amplia gama de propuestas culturales de gran dimensión.
Pero la temporada de verano 20/21 se verá frustrada ante el impacto de la Covid-19 en la región, ya que sería imposible que, aún con el fomento e incentivos a los residentes uruguayos en optar por viajes al interior del país, los daños económicos puedan ser resarcidos.
En efecto, la amplia oferta recreativa de Punta del Este, que incluye desde salas de exposiciones, restaurantes, pubs, discotecas, tiendas de antigüedades, galerías de arte, cines, teatros y hasta una agitada vida nocturna, ha renunciado, quizás de manera involuntaria, a la que podría haber sido su mejor temporada turística.
Germán Cardoso, ministro de Turismo en Uruguay, hizo público en las últimas horas un mensaje en el que confirma la decisión oficial de Luis Lacalle Pou de no abrir las fronteras por la pandemia del coronavirus y, al mismo tiempo, confiesa: “Es una decisión que hemos tomado con mucho dolor”.
Con palabras dirigidas especialmente a argentinos, brasileños y chilenos, Cardoso concluye en que este verano no será posible recibirlos: “Siempre hemos sido muy agradecidos y los recibimos de brazos abiertos, pero este año no va a poder ser así. Confiamos en que esta situación podrá revertirse a mediano plazo y volveremos a recibirlos de la misma manera que siempre… Cuando esto pase, los esperamos para el reencuentro”.
Fuente: LA Vanguardia